Virgen de Fátima

Las apariciones de la Virgen de Fátima ocurrieron en 1917 en Fátima, Portugal. Según la tradición, la Virgen María se apareció a tres niños pastores llamados Lucía, Jacinta y Francisco en seis ocasiones diferentes, desde mayo hasta octubre de ese año.

La primera aparición ocurrió el 13 de mayo, cuando los niños estaban cuidando sus rebaños en un lugar llamado Cova da Iria. De repente, vieron una luz brillante y escucharon una voz que les hablaba. La voz les dijo que eran escogidos por Dios para llevar un mensaje a la gente.

 
Las apariciones continuaron en los meses siguientes. En junio, la Virgen les dijo que llevarían un mensaje muy importante a la gente, pero que primero tendrían que sufrir mucho. En julio, les dio un mensaje para el Papa y les mostró una visión del infierno. En agosto, les prometió que si rezaban y hacían sacrificios, Dios detendría la guerra que estaba destruyendo Europa en ese momento.

 
Finalmente, en octubre, la Virgen les dijo que daría un milagro a la gente para que creyeran en sus apariciones. El 13 de octubre, una gran multitud se reunió en Cova da Iria y vio cómo el sol se movía de un lado a otro en el cielo y luego cayó hacia la tierra, como si fuera a chocar contra ella. Sin embargo, en el último momento, el sol regresó a su lugar y la gente quedó sorprendida y emocionada.

 
Desde entonces, Fátima se ha convertido en un lugar de peregrinación para miles de personas de todo el mundo. La Virgen de Fátima ha sido venerada como una de las principales santas en la historia de Portugal y en la iglesia católica en general. Muchas personas creen que las apariciones de Fátima son una señal de la presencia de Dios en el mundo y de su deseo de llevar consuelo y esperanza a las personas que sufren.