¿Te has preguntado alguna vez qué se siente al servir al altar en la misa? ¿Te gustaría formar parte de un grupo de jóvenes que comparten su fe y su amistad? ¿Quieres vivir una experiencia única y enriquecedora que te ayudará a crecer como persona y como cristiano? Si tu respuesta es sí, entonces te invitamos a ser monaguillo o acolito en la iglesia católica hoy. Aquí te damos diez razones para animarte a dar este paso: 1. Ser monaguillo o acolito es una forma de participar activamente en la liturgia, el culto público que la Iglesia ofrece a Dios. Al ayudar al sacerdote y al diácono en las distintas acciones y gestos que se realizan durante la misa, colaboras con el pueblo de Dios en su alabanza y acción de gracias. 2. Ser monaguillo o acolito es una forma de expresar tu amor a Jesucristo, presente en la Eucaristía. Al cuidar los objetos sagrados que se usan para el sacrificio eucarístico, como el cáliz, la patena o el copón, muestras tu reverencia y tu devoción al Señor que se entreg
El origen de la navidad en las diferentes tradiciones cristianas se remonta a la historia de la venida de Jesús al mundo como Hijo de Dios. Según la Biblia, Jesús nació en Belén, un pequeño pueblo cerca de Jerusalén, hace alrededor de 2.000 años. Su madre, María, era una virgen que había sido escogida por Dios para ser la madre del Mesías. Su padre, José, era un carpintero que la cuidó y la protegió. La Biblia relata que Jesús nació en un pesebre, porque no había lugar en el mesón para ellos. Los ángeles anunciaron su nacimiento a unos pastores que estaban cuidando sus rebaños en el campo cercano. Más tarde, unos magos del oriente vinieron a adorarlo y le ofrecieron regalos de oro, incienso y mirra. Desde entonces, el nacimiento de Jesús ha sido celebrado por los cristianos de todo el mundo como el día en que Dios se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Las diferentes tradiciones cristianas tienen diferentes formas de celebrar la navidad, pero todas tienen en común el recordar